<% @LANGUAGE="PerlScript" %> <% my $dirbase = $Server->MapPath('/.'); my $dirdata = $dirbase . '\..\data'; push (@INC,"$dirdata"); require 'log.pl'; %> Lisboa ciudad Belem Boca Do Inferno Monasterio do Jeronimos IP5

Conociendo Lisboa y alrededores

Merece la pena dejarse caer unos días por tierras lusas, por Lisboa en concreto. Acceder a dicha ciudad en coche es sencillo. Desde tierras Riojanas hay 800 Km. largos. Pero vía  Palencia, Valladolid, Salamanca, y tras cruzar la frontera dirección Aveiro por la IP5 en la cual hay que ir con las luces prendidas ( aún no se el motivo ). Y luego bajar por autopista hasta Lisboa. El camino se hace ameno. Eso si, la entrada a Lisboa es un cachondeo, parece fácil pero cuando te das cuenta ya estas fuera de la ciudad rumbo a Dios sabe dónde. Una opción acertada es buscar alojamiento en las plaza de Pedro IV o Rossío o bien en la Plaza Figueira, ambas cuentan con abundantes pensiones con unas vistas a la plaza que son una preciosidad. Los precios rondan los 40 Euros por habitación doble. Tomando como punto de partida cualquiera de estas plazas que están ubicadas en la zona conocida como la Baixa uno puede moverse cómodamente a zonas próximas como la Plaza de Comercio que se desviste al mar y que se accede a ella por un arco del triunfo espectacular a través de la Rua Augusta edificado en 1848, la plaza tampoco tiene desperdicio, en el centro de la plaza se erige una estatua a José I.

Al norte de la Plaza Figueira se encuentra Restauradores con su plaza y zona de tiendas y comercio.

Partiendo de la Plaza de Comercio y  haciendo acopio de energías y dotes escaladores por empinadas calles se alcanza la Catedral, una vista frontal con dos recias torres que asemejan al Notre Dame de París. A medio camino entre el románico y luego el gótico.

El claustro es bonito a través de una de sus ventanas de divisa el mar y en el centro unas excavaciones han aflorado restos romanos, fenicios y árabes.

Para acceder a esta zona de la ciudad resulta interesante coger el tranvía nº28 que recorre esta área de la urbe. Es recomendable adquirir tickets dependiendo de la duración de la estancia. Son los carris y te permiten hacer uso y disfrute tanto de metros, tranvías y autobuses dependiendo de la modalidad adquirida, pudiendo ser de un día de tres etc. Son económicos y empleándolos media docena de veces quedan amortizados rápidamente. El hecho de viajar a bordo de esos tranvías antiguos por esas calles empinadas y estrechas te retrotrae a épocas pasadas alejadas de estos ñoños años 2000.

Para coger idea de la magnitud de la ciudad que el turista visita es aconsejable ir al elevador de Santa Justa, se da una aire a la torre Eifiel por los materiales de la torre, pero no pertenece a dicho persona su construcción. Con los carries mencionados anteriores se puede acceder aquí. Una vez arriba, la vista de la ciudad es magnífica, a un paso se ve la iglesia do Carmo, curiosa de ver porqué carece de techo. Al estar de obras , no se permite acceder desde el elevador a la misma. La vista permite ver el Castillo de San Jorge, la Catedral ,la Plaza de Comercio, el mar, infinidad de edificios y tejados varios y la plaza de Rossio con sus dos fuentes verdes, y puestos de flores.

 Vista de Lisboa, con La Catedral  a la izquierda en el margen superior y el mar de fondo.

Vista de la Plaza de Cossio con sus dos fuentes verdes.

 

Y cerca del elevador se accede fácilmente al Barrio Alto, aquí las avenidas grandes y majestuosas dan paso a casas estrechas y empinadas de comercios psicodélicos, bares, tabernas donde poder oír fados a la noche, y disfrutar del ambiente nocturno de la ciudad.Transitar por calles como Rosa, Atalaia, Queimada permite comprobar esto en situ. Ver la Plaza Luiz Camoes su emplazamiento es precioso. En Chiado antes de llegar al barrio Alto se encuentran los comercios de moda, Zara, Cortefiel, Berska, y grandes almacenes, con tiendas de ropa, joyas, zapaterías, FNAC, en donde dejarte unos euros al menor descuido. Pillando el tranvía nº 25 se alcanza la zona conocida como Alfama, una vez allá se encuentra el Castillo de San Jorge que se alza en lo alto de la ciudad brindando una vista espectacular de Lisboa. El castillo no tiene dependencias, solo las paredes , murallas y almenas perfectamente conservadas y unos jardines en los cuales poder recuperar las energías perdidas en la toma del castillo

( Además la entrada al castillo es gratuita).

A las afueras de Lisboa se encuentra el Barrio de Belem, se accede a el en tranvía o autobús sin dificultad y de paso se ve el Puente 25 de Abril. Dos edificios a visitar

 

  1. Monasterio de los Jerónimos. Impresiona por fuera y mas por dentro. De estilo manuelino con retoques góticos y platerescos posteriores. En la entrada a izquierda y derecha las tumbas de Vasco de Gama y Camoes. El claustro( de pago) , es espectacular. Con dos plantas, la piedra pulida a más no poder con una claridad que la asimila a los castillos que hacen los crios con piezas inmaculadas, y un jardín con fuente interior. Confeccionado con piedra de Alcántara, que a última hora de la tarde deja de ser blanca para tornarse en dorada. No pude confirmar este extremo al hacer la visita al mediodía.

                       

 

                         

  1. La torre de Belem. A un par de kilómetros del Monasterio de los Jerónimos, se alza esta construcción que surgió como defensa en aguas del Tajo. De estilo Manuelino. Se comenzó a construir en 1514 dentro de una plan de defensas. Es gracioso pensar que con esas torres podían defender a nadie de algo, pero bueno, los cañoncitos que hay en las plantas son muy golosones. La torre se antoja pequeñita casi una maqueta, pero consta de cinco plantas. Subir las cinco plantas por esas escaleras escurridas y estrechas repletas de gente que se adhiere a las paredes como pulgas malditas hace la ascensión un acto expiatorio. Una vez en la terraza se toma aire y se respira unas veces para poder disfrutar de la vista en toda regla. Allá arriba hay una imagen de la Virgen de las Uvas. No vi la cabeza de rinoceronte en ninguna garita.( que conste en acta). La torre de Belem fue tomada ese día por Españoles al menos el 80% de los que tomamos la torre éramos de esa nacionalidad así que lo de perejil no es para tanto, si se trata de tomar torres que nos movilicen que allá vamos todos de la mano enmachetados. A recuperar Lusitania para Aznar I de España.           
 

 

 

Y para ver algo a las afueras de Lisboa, se puede visitar Estoril a 20 Km, ciudad turística con playas atestadas de gente con agua gélida y un Casino feo a mas no poder por fuera.

Cascais, parecido, lo mejor está a 3 km de la ciudad en un sitio llamado Boca do Inferno, el mar golpea la roca y deja unas formaciones orográficas muy interesantes que se extienden varios kilómetros por la costa.

Para dirigirse a Sintra, ruego encarecidamente se haga por el litoral, dirección Guincho, se disfruta de unas vistas maravillosas con el mar al lado mismo de la carretera, y las playas que allá se presentan son espectaculares, como la de Crismina mismamente.

Playas espaciosas, grandes, con un oleaje considerable aprovechado por riadas de surfistas y con un viento que te obliga a guarecerte por la intensidad de su fuerza.

            

De todas formas la gente se baña aunque el agua del atlántico está muchísimo mas fría que la del Mediterráneo o la del Cantábrico.

Luego dejando la costa hacia el interior se llega a Sintra. Tomó popularidad cuando los nobles y reyes atraídos por su colinas y bosques vinieron aquí.

De visita obligada es el Palacio do Pena. Visto desde la ciudad parece inalcanzable pero con un autobús que sube propulsionado echando cartas al destino y sonriendo a las curvas en 25 minutos de zigzagueo constante te deja en una explanada donde apoquinas unos Euros, y luego tienes otra ascensión esa ya a pie por un bosque hasta llegar al Palacio de Marras. El esfuerzo compensa porque es increíble. Recuerda a los palacios de las Mil y una noches con esas fachadas tan vistosas de colores azules y amarillos. En la cocina se presentan multitud de pucheros de cobre. Están abiertas la práctica totalidad de las estancias del palacio, pudiendo ver los baños, la sala de estar, los majestuosos salones, tapices,  mesas de recia madera y azulejos azules. La vista desde el palacio ubicado en lo más alto permite contemplar amplias extensiones de arboledas en varios kilómetros a la redonda. Para acceder a este palacio hay un autobús turístico que por 5 Euros te permite viajar todo el día en dicho autobús pasando por los lugares más emblemáticos de la ciudad, como son el mencionado Palacio, el Castelo dos Mouros o el Convento dos Capuchos.

                   

Si la subida al Palacio es espectacular la bajada es surrealista. Un conductor al cual o le pagaban por viaje realizado o bien quería pillar a la parienta en tareas poco decorosas, nos bajó a todo tren por esas rampas. No era un autobús, aquello era una montaña rusa, la gente hacía la ola, unos juraban o se reían en francés, nosotros lo hacíamos en Español, para eso pone el pasaporte que somos Españoles, los alemanes no decía ni muuu. Nos bajó en un periquete. Los retrovisores no sufrieron desperfecto, el autobús tampoco, y los equipantes de la expedición, osea nosotros tampoco, pero el colega nos dejó un poco de gusanillo en el cuerpo con tanto vaivén. Nadie vomitó, gracias a dios, pues creo que con aquel meneito hubiese habido un poco para todos. Viajar es compartir no?.

             

En Resumen que merece la pena dejarse caer unos días por tierras Lusas. Que lo tenemos ahí mismo, el idioma no es problema, los precios son parejos y hay cantidad de ciudades, y cosas que descubrir y disfrutar. Además aunque hace calorcito en los meses de Julio y Agosto es soportable. Para eso están las cafeterías donde guarecerse y disfrutar del excelente café o de esos licores de hierbas ( Beiró).

   

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