Vacaciones de verano en Laredo Cantabria Bares Restaurante de marcha playas chicas y excesos

  I- INTRODUCCIÓN                     

Esta historia es un batiburrillo de vivencias y sueños sufridos en primera persona del subjuntivo, en unas vacaciones no accidentales y absurdas en Laredo ( Cantabria), en los veranos del 98 y 99.

 II- LO QUE NO ES INTRODUCCIÓN                                   

Soñando con pasar unos días a la fresca en alguna casa rural, sita encima de una colada basáltica en Castelfollit de la roca, para finalmente y por minoría absoluta irnos a Cantabria. Pero no para visitar la comarca de la Liébana, el nacimiento del Ebro (en Fontibre) comer unas pantortillas en Reinosa, o ver los canecillos eróticos de Cervatos, nada de eso.

Los requisitos a cumplir eran : arena, sol, mar y bares. Y nos fuimos a Laredo. Para darle un toque cultural a esto, decir que a los cantabros se les denomina " los de las peñas". La raíz iliria cant ( peña ) y del sufijo abr, que denota procedencia, deriva este apelativo.


Íbamos unos cuantos. Nos enumeramos y sumamos como media docena larga. Pillamos el bus de Alsa que se conoce esas carreteras como nadie y en un plis plas nos presentamos en Laredo. Uno del grupo fue en bici y llegó bien, un poco cansado, pero luego se relajó nadando un par de veces hasta el peñón.

La suerte estaba de nuestro lado y pillamos plaza para todos en un camping

" Costa Esmeralda " se llamaba, porque ahora es historia y en su lugar se aburren las malezas esperando a un constructor que le pegue una buena cimentada.

Tras tomar el sol, vuelta y vuelta , cómo las sardinas que tan ricas preparan en el puerto, y expansionarnos en esa inmensa playa que tiene la ciudad, nos pertrechamos de algo de gasofa para el motor, necesitado de alcohol de alta graduación para empinarse por esas calles que conducen a la plaza del bebercio y el fornicio.

Y el camping fue un fiesta. 

Nos ubicaron en el sitio de lujo, le llamaban la zona vip.
Entre piedras y arena más reseca que la mojama ,instalamos las tiendas, bajo las atentas miradas de unas paisanas de Valladolid curtidas en mil botellas, que estaban en la edad del pato, y acabaron cogiéndonos el martillo y clavándonos las puntas. Sin sacrificio no hay recompensa. Nosotros correspondimos a nuestra manera cantando aquello de :

¡! Pucela , pucela ,,pucelaaaaaa, pucelaaaa. Pucelaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa. ¡!!
Hasta que a uno se le irritó la garganta y para no complicar las cosas  lo mandamos a hacer gárgaras.

Antes de salir de fiestuqui, había que poner a punto la máquina, para que luego no se calase al meter la primera. ( Ni las que pudieran venir después).

Menos mal que en el DIA encontramos un tal Albini, que si bien no sabía como el Martíni , debían ser de la misma familia, pues se daban el mismo aire y era bastante mas barato.

Con nuestro himno partisano de:

¡!! Avanti Popolo , avanti popolo, bandiera rossa, bandiera rossa, vinacho tintoo., vinacho tintoooooooo
Albini bianco, albini biancooooooooooo ¡! A uno siempre le han gustado los idiomas, sobre todo la lengua italiana, fuimos poniendo en sobreaviso a los del camping de lo que se les venía encima.
 

!!Que contar de la gente que en el camping campaba!! . Había un poco de todo, como en botica.


Los alemanes, uno de 28 pulgadas y otro mas chaparro de 25, a los que  llamamos telefunken por su cabeza cuadrada y su frente plana, tramitaban el día  paseando y animando al Ulrich, ese tordo que subía las cuestas en bicicleta sin despeinarse.
Las respectivas no eran el prototipo de alemanas, y no es que no les  gustasen las salchichas, que se las comían con el cordel de ensartar y todo, es que no tenían esa figura de tanque panzer tan habitual por las Germanias.


Para paseos, la pompita, una joven a la cual lo primero que vio el médico cuando hubo de traerla a este mundo fue su ojo y todo lo que lo rodeaba. 
Ahora en donde la espalda pierde su nombre habita una pompa. !! Ojo !! A simpática no le ganaba nadie.

Una pareja que de hecho lo era, de Valladolid, no salían del camping para  nada. A el, lo identificamos como Rocco, como homenaje a ese gran actor italiano que se vacía en todas y cada una de las películas que aco-mete. Era un profesional y antes de que la luna alcanzase su cenit , por motivos de seguridad, vaciaba todo el cargador de su pistola en ella, sin dar un solo gatillazo, mientras ella pensaba que se moriría con tanto amor.
No se la veía especialmente feliz, la procesión y todo lo demás iba por dentro.

Tres jovenas de Valladolid plantaron su tienda al lado de la nuestra. Pasadas unas horas de charla dejaron de hablar . ¿ Porque?. Ahí va!!. Se les había acabado la conversación. Para estos casos se inventaron las cartas, el futbol y las peluquerías entre otras cosas. Hablamos con ellas y pasados unos minutos, silencio nuevamente. A nosotros se nos había acabado la conversación con ellas.  Era mejor no seguir hablando para  no hacer aún mas pesada la digestión.

Pasamos un rato boca arriba, jugando a levantarle la falda a las estrellas, hasta que el sol se fue calentando y con las mejillas confitadas nos fuimos al mar, a bañarnos en salitre.

 En el paseo marítimo, paseaban los vigilantes. 

Comiéndonos un bocata de rabas mientras la marea iba y venía mareándonos, escuchamos un ruido de fondo.  

Para tonto!!. Que pares!!!

 Un perro igual de canso que pichici, andaba incordiando a una cría a la que rebasaba una cabeza. Ella lo mandaba a paseo, y el perro volvía una y otra vez. Los vigilantes solo se preocupaban de tocarnos las narices a los humanos. Con los perros que tenían los biorritmos alterados hacían la vista gorda. La chica pudo tomar consciencia de lo que le vendría, años mas tarde con los de nuestro género, si cabe mas pesados entodavía, cuando su orografía fuese mas escarpada.

Estando todos tirados en el suelo, en estado catatónico, se oía una música de fondo. Como un run-run de alguien que berrea, era un pequeño perro que le estaba despellejando los cordones del zapato a un miembro de la cuadrilla. ¿ No sería mejor para las discográficas, que en estos grupos de trashmetal  contratasen a perros aquejados de varicela , para que hiciesen las funciones de cantante.? Se ahorraban unas pelas y el ruido sería si cabe mas animal.

Uno del camping me contó que había cambiado a su mujer por una muñeca hinchable en la cabina de su camión.
La quería mucho, pero amaba todavía más el silencio.

Cuando volvió a casa , la mujer lo había cambiado por un butanero. Ella quería mucho a  su marido pero amaba aún más los gases nobles.

No duró mucho su historia. El butanero, venía quemado, si bien no explotó. Le atenazaba la idea de la  muerte, ¿ Como vivirían sus seres queridos sin el ? , y sobre todo¿ que harían sus descendientes con esas colecciones de bombonas y espitas que el, con tanto mimo había venido cultivando estos últimos años? Vino y se fue como la marea.

Ahora mientras ella conduce el camión por la Plana de Vic, el marido  ronca a su lado trabajándose la siesta. Cree ser  feliz  porque aún  quiere a su marido y le asusta el silencio.

Cuando el sol ya se había ido a dar un chapuzón en el mar y la luna se reflejaba en las botellas de nuestras bolsas, comenzamos la cena. Y había que tomar algo para bajar lo  ingerido. Que mejor que un quinito mancomunado con la gente del Camping.

Y los de Guipúzcoa, si bien no conocían al Albini de marras, no se chupaban el dedo y enseguida quisieron formar parte de nuestra empresa. Fue ponernos a hacer un chibirichá, una especie de baile indígena monitorizado por uno de la cuadrilla que para estas cosas se da un aire especial, y surgir todo dios por allá en busca de su donut sin agujero.

Y este baile requiere su coreografía y su ánimo, porqué sino, se queda en nada, y tanto cachondeo hizo que el del camping ,al no poder formar de nuestro chibirichá anduviese con la avispa detrás de la oreja. Al final debió de picarle y vino a por nosotros con decisión, entrega y valor, como un toro!, pero sin la cornamenta, que yo sepa!!

Y todos sabíamos, que el tenía la sartén por el mango y nosotros la razón. De poco nos servía.

Uno de los de Sanse , un tal Urco que hacía surco, enrollao y muy dialogante intentó buscar al conflicto una tercera vía.

El diálogo entre ellos fue algo así.

- Pasa pues tío , déjanos tranquilos, si no molestamos a nadie!!!

- son las 11 y la gente quiere dormir!!!!!

- no me lo creo!!!

- pues créetelo chaval!!!

- además...!!!

- además que ¡!!!

- Pues que aquí la gente en el camping está contenta.

- Cuando uno tienes ganas de dormir no es feliz y estais armando mucho follón.
Asi que venga. Ir plegando ¡!!!!

- Tan solo estamos bebiendo un poco y haciendo un chibirichá con estos de Logroño, que son unos tíos de puta madre, aquí rodeado de tanto muermo!!!!

- Ni chibirichá, ni mejillones en vinagre!! O dejaís de hacer el indio u os hecho a la puta calle, y el otro camping está hasta el moño, así que lo teneís crudo!!!

- No nos puedes echar así como así, cuando el 80% del camping está contento.

- Yo puedo hacer lo que me salga de los.....( creí entender algo de logaritmos neperianos, o sería el efecto-albini , casi tan machacón como el efecto albano ) 

- Ya!!!!

- Lo dicho ¡!. U obedeceis o aquí alguien va a pagar el pato


Y blablabla, y así un rato, hasta que al final nos fuimos ( no del camping sino de marcha por Laredo).

Ya puestos en ruta hacia la zona de marcha, hicimos  una parada en una plaza al final del paseo, frente al mar iluminado de barcos que guiñaban sus ojos al faro, donde tocaban un grupo de Cali, llamado " Ecos de Colombia",que embutidos con pasamontañas guerrilleros interpretaban las canciones con ráfagas de metralleta. Nos fuimos de allí escopeteados.

La noche avanzó hacia nuevos abrevaderos. Dejamos las pateras fueras y entramos en La Escollera, donde nos deleitamos con el pitilingorri( kas limón con vino blanco).El camarero estaba triste, consciente de que le quedaban 1000 ladridos para convertirse en un perro de presa devorador de lolitas. Para luego entablar conversación con una chica que hacía arquitectura. Empezamos con las asignaturas troncales y cuando ya se iba, me gritó al oído ( desde entonces me dan vértigos con frecuencia ) que desde que su novio la cogía con  vicio, estaba aprendiendo a moverse ( algo me contó de unos movimientos acrobáticos que ambos realizaban al unísono en dirección norte-sur, que la dejaban agusto) . Le repliqué que desde pequeño era hiperactivo y que el movimiento y la fuerza para mi eran normales.


En el templo del bebercio organizamos una buena. La mitad del camping estaba presente, y comenzamos a desgranar licores. Llegaron entonces los de la "Asociación de Amigos del Botellón" que con su " Decreto para la normalización del uso del calimotxo" y su loada " Ley de Mezclas" nos dieron la nochecita. Acusaban al tío del bar de incumplir lo dictado por " La Ley de Mezclas" en cuanto al porcentaje de vino precisado para formular un calimotxo legal.

 Ante la reprobación general hubo de pasarse a la cata, mediante una ráfaga de quinitos rápidos. Llevaban razón, aquello no era calimotxo ni nada parecido, solo sabía a cola loca. Como era la tercera falta cometida, vinieron los nacionales, que tras unos tragos de porrón,  se lo llevaron preventivo a una celda de castigo en Caceres II,  total para nada, volvió como se fue , sin sentir ningún aprecio ni por la  cultura nipona ni por su bandera.


Peor suerte corrió el responsable de implantar la ISSO 9002 o norma de calidad en el garito.
Le mató su profesionalidad. Un tío de los de antes, trabajador, honesto , fajado en lo que hacía en alma y cuerpo ( perdió medio hígado en el empeño) , con tanta  cata y tanta calidad, finalmente pidió la baja voluntaria.
Enseguida firmó como vocal de la " Agrupación de Ex-Anónimos Alcohólicos". Trece lunas después viendo a Garci en el programa de la 2, tuvo claro que suponía ser un ex, casi lo mismo que un asterisco, nada, y se fue anónimamente sin decir esta boca es mía.
"La Gacetilla de Laredo", que en tema de periodismo es puntera, los jueves , hace mención especial de los nativos de la villa más insignes, y nos enteramos de que el señor X, ahora trabajaba como enlace sindical en un partido que abordaba temas universales como la eutanasia-etílica. El partido lo definieron según cuentan como" Movimiento Obrero de Centro para el Derecho a un trago digno".

Y la noche seguía moviéndose.

 A la entrada a una discoteca, un pastillero juvenil me ofreció una píldora, a la vez que me preguntaba si el verbo amar era transitivo. Depende. Si solo te das amor a ti mismo, además de triste y aburrido es reflexivo. Pero si tienes la suerte de poder amar alguien entonces tu amor pasa a ser transitivo. El moete se quedó bastante convencido y me regaló una pastilla. Uno que es un defensor a ultranza de los lacasitos la rechazó. Quedamos parras y nos fuimos a otro garito.

 Entramos en un bar, ( Boxer) y no había pista en donde aterrizar. Vimos un hueco en la barra. La azafata se sentía ofuscada al no tener claro si pacharan era con ch o tx, con buenos modos ,le indicamos que pillase la botella de Etxeko que tenía detrás suyo a la altura de los omoplatos. Vació la botella en siete vasos de tubo, sin hielo, y nos cobró 1000 pelas, un precio muy ajustadito. Nos fuimos de allí volando.

 En otro garito ( Bulevard) en donde la peña bebía red bull mezclado con licores, fui al baño. Una pareja discutía, porque ella le reprochaba a él, que estaba harta de sus adjetivos. El, reclamaba su derecho a calificarla como: sutil ,generosa, solidaria e indisolublemente bella, para terminar bebiendo de sus lágrimas. 

 Un colega de la cuadrilla se llegó de las Europas a unirse con nosotros en nuestra peregrinación etílica, después de vender su chorizo al mejor postor ( no digo la marca ya que no hemos llegado a un acuerdo de sponsorización). Una boca más que alimentar y menos espacio en las tiendas. Nadie dijo que iba a ser fácil.

 

Con tanto trajín de bares, me noté percudio , salí a ver si me encontraba, y me hallé duplicado, dejé el martini, y comencé a beber agua de las fuentes. Y volvimos al camping poco antes de que amaneciese.

Unos durmieron dentro de las tiendas. 

Yo lo hice a la intemperie.

 Pasé las horas contando estrellas. Cuando llevaba varias constelaciones, y fui consciente de que ninguna extraterrestre a la deriva en busca de universos-sombra me iba hacer una abducción, cerré los ojos, y luego debí dormirme.

Hasta que el sol empezó a calentar y  las incesantes pisadas de los que salían de las tiendas me hicieron espabilarme y huir hacia el baño.

 Pensé entonces que nadie había pagado el pato. Me equivocaba. En fechas recientes un colega me dice, que cuando se levantó a la mañana a cambiar el agua a las flores y saludar a las petunias ( Si en ese desierto solo había cactus!!!),, le abordó el sheriff y mantuvieron una conversación.

    -  ¿ Viste como alguien pagó el pato ?.

    - NO

    -  Ha sido esta misma noche

    - ????

    - Pues a la cinco he tenido que expulsar a unos del camping.

   

Al parecer nos libramos de milagro. Tras irnos del Camping ,la gente no podía parar siguiendo nuestra estela, y es que un chibirichá a tiempo es una bendición.


Fue una suerte estar presente buena parte de la noche. Hasta que alguien me pulsó el Standby,  dejándome en Estado de Espera.

Como dice Iniesta, desde entonces, bebo negra la cerveza p`acordarme de tu pelo.

 

Agradecimientos:

 

Policia Foral de Laredo, Vigilantes del Paseo, Amigos del Botellón, La Gacetilla de Laredo,  Agrupación de Ex-Anonimos Alcohólicos, DIA, Camping Costa Esmeralda, La Escollera, Funcionario de Prisiones de Caceres II, Boxer, Bulevard,  La zona azul de CastroUrdiales, La gente del camping, el perro y la niña , y a toda la gente que circuló por esa zona esos días tan importantes en nuestras vidas y al Mar Cantábrico que fue testigo de nuestras fechorias y guarda silencio.
 
© chufo 2002

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santander