Critica de la pelicula Titanic James Cameron Leo Di Caprio Kate Winslet record de Oscars

He de confesar que yo fui de los que aguanté la fiebre Titanic y no fui al cine a verla. No sé si es un mérito o una falta, pero ahí está el dato. Por eso para cuando la vi, varios años después de su estreno, ya le había cogido un paquete considerable, tras tanto oír hablar de ella. Además de que ya me sabía el final…

Pero, lo que era una película larga en exceso, repleta de efectos especiales y con poca historia que contar, que no me llamaba nada la atención, se acabó convirtiendo en una obra más que amena. Confieso que me gustó y eso que no la vi en una gran pantalla de cine y sin el estridente sonido que estas suelen tener últimamente.

Desde 1912 han sido incontables los reportajes, noticias y demás folletines que han tenido al Titanic como el protagonista. Durante todos estos años siempre ha sido referencia de los grandes fiascos del progreso y nos sabemos su historia de carrerilla. Pero aún con todo en contra el señor James Cameron se ha sacado de la manga una película que inexplicablemente (porque puede ser buena, pero no es nada extraordinario) ha batido todos los records de recaudación y de público y que ha sobrepasado fronteras de ida y de vuelta.

¿El secreto? Nadie lo sabe, ni él, porque sino su próximo trabajo sería otro gran éxito. Difícil tendría superar los 11 Oscars (record junto a Ben-Hur) de 14 nominaciones que ha conseguido (3 para Cameron como productor, director y montador) y las mareantes cifras de recaudación alrededor del mundo.

Precisamente uno de los olvidados en esa ceremonia fue Leonardo Di Caprio, un joven actor que ya tiene bastante experiencia y aunque se le esté encasillando como guaperas, si repasamos su filmografía podemos ver que tiene una serie de interpretaciones interesantes y variopintas. Aunque no olvidada, tampoco se llevó el gato al agua (ya tuvo bastante agua en el rodaje) la protagonista femenina, Kate Winslet, una actriz que tiene una asombrosa capacidad para perder y ganar kilos (muuuchos kilos) entre aparición y aparición ante las cámaras.

Aunque no sepamos el secreto de crear un gran éxito, hay que decir que el dinero gastado en publicidad y el marketing han tenido mucho que ver en este bombazo. Y precisamente esto se ha visto en un detalle. En la ceremonia de los Oscars la actriz Celin Dion subió a cantar la canción de la película con el colgante que aparece en la misma y que se hunde con el Titanic, un tremendo pedrusco con forma de corazón. Pues bien, ya se ha convertido en la joya más vendida y por tanto también más plagiada.

TITANIC
	DIRECCIÓN Y GUIÓN: James Cameron
	INTÉRPRETES: Leonardo DiCaprio (Jack Dawson), Kate Winslet (Rose DeWitt Bukater), Billy Zane (Cal Hockley), Kathy Bates (Molly Brown), Frances Fisher (Ruth DeWitt Bukater)
	GÉNERO: Drama marino, histórico y catastrófico	1997

He de confesar que yo fui de los que aguanté la fiebre Titanic y no fui al cine a verla. No sé si es un mérito o una falta, pero ahí está el dato. Por eso para cuando la vi, varios años después de su estreno, ya le había cogido un paquete considerable, tras tanto oír hablar de ella. Además de que ya me sabía el final… Pero, lo que era una película larga en exceso, repleta de efectos especiales y con poca historia que contar, que no me llamaba nada la atención, se acabó convirtiendo en una obra más que amena. Confieso que me gustó y eso que no la vi en una gran pantalla de cine y sin el estridente sonido que estas suelen tener últimamente. Desde 1912 han sido incontables los reportajes, noticias y demás folletines que han tenido al Titanic como el protagonista. Durante todos estos años siempre ha sido referencia de los grandes fiascos del progreso y nos sabemos su historia de carrerilla. Pero aún con todo en contra el señor James Cameron se ha sacado de la manga una película que inexplicablemente (porque puede ser buena, pero no es nada extraordinario) ha batido todos los records de recaudación y de público y que ha sobrepasado fronteras de ida y de vuelta. ¿El secreto? Nadie lo sabe, ni él, porque sino su próximo trabajo sería otro gran éxito. Difícil tendría superar los 11 Oscars (record junto a Ben-Hur) de 14 nominaciones que ha conseguido (3 para Cameron como productor, director y montador) y las mareantes cifras de recaudación alrededor del mundo. Precisamente uno de los olvidados en esa ceremonia fue Leonardo Di Caprio, un joven actor que ya tiene bastante experiencia y aunque se le esté encasillando como guaperas, si repasamos su filmografía podemos ver que tiene una serie de interpretaciones interesantes y variopintas. Aunque no olvidada, tampoco se llevó el gato al agua (ya tuvo bastante agua en el rodaje) la protagonista femenina, Kate Winslet, una actriz que tiene una asombrosa capacidad para perder y ganar kilos (muuuchos kilos) entre aparición y aparición ante las cámaras. Aunque no sepamos el secreto de crear un gran éxito, hay que decir que el dinero gastado en publicidad y el marketing han tenido mucho que ver en este bombazo. Y precisamente esto se ha visto en un detalle. En la ceremonia de los Oscars la actriz Celin Dion subió a cantar la canción de la película con el colgante que aparece en la misma y que se hunde con el Titanic, un tremendo pedrusco con forma de corazón. Pues bien, ya se ha convertido en la joya más vendida y por tanto también más plagiada.
	J.F.K.