También repiten de Vacas Carmelo Gómez, Txema Blasco, Karra Elejalde y la niña Ane Sánchez, cuyo personaje se llama igual en ambas películas, Cristina. Completan el reparto un estupendo Nancho Novo, Elena Irureta, Eneko Irizar, Cristina Marcos, Mónica Molina, Chete Lera y Gustavo Salmerón, nombres todos ellos que han ido subiendo de cotización con los años, porque el reparto es excelente.

Jota (Novo) ha tenido un desengaño amoroso y piensa en hacer una locura, pero entonces encuentra a una chica (Suárez) que ha tenido un accidente de moto y no recuerda nada. Él aprovecha esa amnesia para hacerse pasar por su novio y se la lleva a un camping llamado La Ardilla Roja, donde pasarán juntos buenos momentos a la vez que intenta que nadie descubra el engaño.

La historia puede parecer un tanto típica, pero el peso es llevado por los actores de forma que se hace creíble y amena. Nada que ver con el anterior trabajo a pesar de todos los actores y gran parte del equipo que repiten. Esta película es mucho más luminosa. Habla de fines que justifican los medios, de amor o al menos eso que tantas veces se confunde con el verdadero amor. Como en toda la filmografía de Médem existe una gran carga simbólica, pero quizás sea en esta película donde menos presente está ese cine subterraneo que da un sentido completamente distinto a sus películas si se interpretan de la forma adecuada.

En esta ocasión la fuerza de la trama está en esa falsa vida que llevan los protagonistas y que nos lleva a pensar en muchos momentos en quien engaña a quien. Emma Suárez está fantástica y Nancho Novo tiene una presencia en todas sus escenas de esa forma que sólo consiguen los grandes actores. Sobre todo esa poderosa atracción cuando lleva la camiseta sin mangas en la que está su rostro en grande en ella.