Es un cuento de hadas, con princesa y príncipe azul incluidos,
y así se desarrolla la película desde el principio,
pero todos sabemos que los cuentos de hadas en la vida real no
existen... Está contada de forma original pero es un tanto
rara.
Hay varias cosas en la película que no acaban de encajar.
Se hace demasiado exagerada la crítica a los productores
americanos y (se supone que) al cine comercial. El giro final,
con resumen-flashback incluido creo que no acaba de funcionar.
También se hace un poco larga.
Sin embargo en la otra cara están las conversaciones de
las chicas del servicio, por ejemplo, que aunque también
caigan en tópicos, a más de una chica la he oído
reirse mientras hablan las 4 mujeres. Hay varios momentos que
hacen soltar la carcajada, pero son puntuales.
Los actores principales son desconocidos, aunque me han llamado
la atención los parecidos de la actriz Muriel,
que es clavada a Lili Taylor y Julio
Perillán a Eduardo Noriega incluso
en la forma de hablar. Entre los secundarios sí hay algún
que otro rostro algo conocido, pero no demasiado.
Esta película significa la vuelta al cine de Juanma
Bajo Ulloa después de 8 años (desde Airbag)
y lo hace con una obra muy personal, llena de simbolismos pero
posiblemente difíciles de captar en su mayoría,
lo que puede hacer que la película decaiga en interés.
Como muestra, la frase de Maquiavelo con la que se inicia:
Todos ven lo que pareces; pocos sienten lo que eres.
También hay una emotiva dedicatoria a las víctimas
del atentado de Madrid del 11 de Marzo del 2004.