Película de esas que no se ven en las carteleras de los cines con muchas luces y grandes nombres. Aquí los actores son desconocidos y no tiene nada de comercial. Es una película realista que nos habla de la dureza de la vida real.

En este caso los protagonistas son unos emigrantes kurdos que salen del Turkistán para escapar a lo que ellos creen el paraíso. Son una familia con tres hijos. El padre ha sido detenido y apaleado en su país por pegar carteles a favor de la liberación del pueblo Kurdo y decide que no quiere volver a pasar por eso y para darle un mejor futuro a sus hijos decide emigrar.

Al principio le aceptan la solicitud y alojan a la familia en un recinto donde todos los inmigrantes esperan a una entrevista que supondrá que puedan quedarse allí o que les obliguen a volver al infierno de sus países. Junto a ellos hay otra serie de personas de diferentes países y cada cual es llamado por su lugar de origen. Así vemos a Cuba, África, Georgia y un largo etcétera que además de múltiples nacionalidades incluye variadas lenguas, culturas y personalidades, porque al fin y al cabo lo que allí hay son personas luchando por un futuro.

Después de cada entrevista todos esperan ansiosos la respuesta que le den al compañero: positive o negative es lo único que saben preguntar al trabajador social en una lengua que les es hostil y extraña.

Ellos piensan que están en la puerta del paraíso, pero nosotros sabemos que independientemente de lo que diga la carta de Berna que tanto esperan con el positive o el negative, siempre serán perdedores, habrán salido de un infierno para llegar a un purgatorio donde tampoco lo pasarán bien.

Las muestras de las torturas y las marcas que llevan en la piel todos los inmigrantes de esta película nos deberían hacer reflexionar sobre una realidad que día a día nos rodea, estemos en Suiza como en esta película o en Logroño.

Los personajes de esta película cuentan tanto cuando hablan como cuando callan y es sus miradas se ve reflejada una odisea en la que han tenido que renunciar a muchas cosas y que en muchos casos no tendrá un final bonito como el de las películas americanas.