Insufrible coproducción italo-alemana que cuenta con medios
más o menos decentes para reproducir una historia ambientada
en las Cruzadas, esas masacres en nombre de Dios
que la Iglesia Católica alentó
y promocionó y de las han tenido que pasar unos cuantos
siglos para que admitieran que fue algo horrendo y sin sentido.
Pero el caso es que sucedieron y aquí
vemos a unos amigos que se van allí a combatir y las andanzas
que le ocurren antes, durante y después de pisar Tierra
Santa.
Las aportaciones históricas
no son muy abundantes ya que la película nos narra principalmente,
y durante más de 3 horas, la historia de 3 amigos de diferente
rango social y diferentes circunstancias personales que se ven
embarcados como iguales hacia la toma de Jerusalén.
Uno es el hijo de un noble que ha sido traicionado y que quiere
encontrar allí respuesta a las preguntas filosóficas
que le ha dado por hacerse. El otro es el hijo de un Sarraceno
que encuentra el hilo perdido de sus antepasados y al que los
“infieles” Sarracenos ven
como uno de los suyos. El otro es un enérgico y belicoso
joven con grandes dotes para la guerra pero con una gran corazón
en el fondo.
A lo largo del viaje los 3 sufren
encuentro y desencuentros entre ellos, así como diferentes
historias de amor con mujeres que se cruzan en sus caminos y que
les hacen plantearse sus sentimientos.
La parte aventurera se ve influida
por los romances que se relatan y que parecen algo tontos. La
peli se hace larga porque da la impresión de que nunca
van a llegar al destino en Tierra Santa. El despliegue
de medios, la ambientación y el gran número de extras
le dan un aspecto algo más profesional, pero no deja de
ser una creación mediocre destinada a aprovechar el filón
de la gran superproducción sobre el mismo tema que está
preparando Ridley Scott: El
Reino de los Cielos.