CABARET (Bob Fosse, 1972)


Estamos ante un musical mítico, dirigido por un hombre también mítico en este campo, Bob Fosse. Además de un musical Cabaret es una historia de amor, humor y espectáculo, con el trasfondo político de la Alemania del nazismo en los años 30, es un drama con toques de comedia y ambiente histórico.

La historia de cómo llegó a hacerse esta película pasa por varias adaptaciones. El origen de todo está en una novela de Christopher Isherwood, Adiós a Berlín (Goodbye to Berlin), que dio lugar a una obra teatral en un principio y a una película después: Soy una cámara (I am a Camera) de John Van Drutten. Después vino un musical en Broadway (llevado por Joe Masteroff) para que finalmente el productor Cy Feuer comprara los derechos gastándose hasta su último dólar para llevarlo al cine en forma de musical. Una apuesta arriesgada, pero con una base firme.

Fue un acierto, pues la película tuvo un éxito rotundo, de público y crítica. Hasta que llegaron los oscars de ese año, donde pese a triunfar ocurrieron cosas curiosas y rivalidades sorprendentes. Tuvo 10 nominaciones, de las cuales ganó 8, incluyendo director, actriz y actor secundario, pero no película, algo insólito con ese número de premios. Su rival era El Padrino, de Francis Ford Coppola, que únicamente pudo arrebatarle el Oscar a la mejor película y al mejor guión (además de ganar el de actor Brando), pero entre los que le ganó Cabaret dos parecían cantados a favor de El Padrino. El primero el de actor secundario. Lo ganó Joel Grey, por su magnífico maestro de ceremonias, pero del resto de nominados 3 eran de El Padrino: James Caan, Robert Duvall y el favorito, un desconocido hasta entonces Al Pacino, al que sucesivamente otros 6 actores más le arrebatarían el premio hasta ganarlo en 1992, a la octava nominación, por Esencia de mujer. Precisamente una de las cosas que no quería Fosse era contratar a Joel Grey para ese papel, pues no le convencía. Al más puro estilo de El Padrino el productor le dijo que o contaba con Grey o se iba a la calle. Fue una oferta que no pudo rechazar.

También el mejor director para Bob Fosse fue sorprendente. En la lista de nominados podemos ver a un mítico, Mankiewicz, en la que fue su última película como director y a otro que ya es un mito también y que por entonces ya se lo estaba ganando, Francis Ford Coppola, con El Padrino, una de las mejores películas de la historia. Pero el duelo entre estos dos directores no acabó ahí, porque dos años más tarde Coppola tuvo la ocasión de resarcirse de esta victoria. En 1972 ambos se vieron las caras de nuevo nominados a la mejor dirección, Fosse por Lenny y Coppola por El Padrino II, que sí ganó en esta ocasión. Aún hubo un tercer asalto, en 1979, esta vez con Apocalyse Now por parte de Coppola y la autobiografía All That Jazz (Comienza el espectáculo) de Fosse. Este vez la cosa quedó en empate pues les ganó a ambos Robert Benton con Kramer contra Kramer (Kramer vs. Kramer).

1972 además representó para Fosse un éxito rotundo pues no sólo ganó el Oscar por Cabaret, también se llevó el Tony por Pippin y el Emmy por Liza with a Z, los tres premios más prestigiosos.

Volviendo a la película, se rodó en las calles de Berlín y en los estudios de Bavaria Film, en Geiselgasteig, Alemania. Sus dos protagonistas son Liza Minnelli (hija del gran director Vicente Minnelli y la inolvidable Judy Garland), cuya carrera con altibajos y sus diversas excentricidades todavía no eran tan patentes en estos años y Michael York, un inglés que ya había hecho alguna película y que era idóneo para el papel. Como algo inherente al musical algunas interpretaciones son sobreactuadas y exageradas (la de Liza y sobre todo la del maestro de ceremonias), por eso a los que no les guste este género es posible que tampoco les guste esta película, pese a ser una historia jalonada con números musicales, donde la trama no se basa en los números, sino más bien al revés.

Algunos de estos números son ya muy populares como el de “Money, Money” o el que da título a la película, “Cabaret”, con una soberbia Liza. Y el personaje sin duda de la película es el del maestro de ceremonias, a la vez tan esperpéntico pero básico como hilo conductor.

Otra de las curiosidades es que para la película se recortaron algunos números que aparecían en el musical, pero se siguen haciendo referencias a ellos en los diálogos, así podemos oír a Michel York describir a Sally Bowles (Minnelli) como “Perfectly Marvelous”, uno de los números que ella hacía en Broadway o responder ante la idea de tener un bebé con un “So what!”, otro de los números ausentes. Otra canción, “Married”, fue suprimida, pero se puede oír por la radio mientras ambos hablan sobre casarse. También se sorprende al conocerla de que sea americana. En el original era inglesa. Todas son sutiles referencias, que harán gracia a los que las conozcan pero que sino pasan desapercibidas.

Destacar también el exagerado maquillaje de los actores del cabaret, de Liza Minnelli (sus ojos y sus uñas son sorprendentes) y del maestro de ceremonias sobre todo, que unido a un vestuario tan original como estrafalario, recrea ese ambiente decrépito del cabaret y de una sociedad que se está dejando ahogar por lo que será uno de los peores regímenes de la historia de la humanidad, el nazi.


Ir a Pagaelpato-Cine

Volver a Pagaelpato-Películas

Volver a Pagaelpato