CRÍTICA Y OPINIÓN DE PELÍCULAS DEL 2003 QUE ESTÁN EN LOS OSCARS

Para mí este año la gran confirmación, más que sorpresa, ha sido Sofia Coppola. Con su segunada película Lost in Translation no sólo ha refrendado lo que se vió en Las Vírgenes Suicidas, lo ha mejorado y nos ha dejado ver un estilo para contar historias de forma poética que pocos directores modernos tienen. Además ha callado a los que la acusaban de hija de papa y se ha mostrado digna poseedora de ese apellido que tanto es para el mundo del cine.

Esta película ha devuelto a Bill Murray a la cima con un estilo diferente a aquellas comedias locas que hizo anteriormente, aumentando en calidad interpretativa pero manteniendo a la vez su ironí y fino sentido del humor. También nos ha descubierto una actriz, Scarlett Johansson, que dará mucho que hablar en los próximos años como actriz, por su belleza y ya veremos si por alguna cosa más, pues parece decidida a dirigir y hay que tener en cuenta que pese a sus 19 años tiene 11 de experiencia en los sets de rodaje, donde se aprende lo que no enseñan en las escuelas, y ella ha tenido maestros como la propia Coppola, Robert Redford o los hermanos Cohen, entre otros.


21 GRAMOS (Alejandro González Iñárritu, 2003)

Estoy harto de oírlo en todos los lados, pero lo diré yo también. Los 21 gramos que dan título a esta película parece ser el peso que se pierde al morir por lo que algunos dicen que es el peso del alma humana, afirmación sin ningún rigor científico (ni siquiera la propia alma lo tiene).

Esa premisa no tiene especial relevancia en la película, pero sí da pie a los sesudos críticos y a mí en este caso para introducir los temas principales de los que trata el film: la vida y la muerte en primer plano y los sentimientos y circunstancias que los rodean como son la culpa, el amor, el odio, la venganza o el destino.

De recrear este mundo se encargan tres de los mejores actores del panorama actual en Hollywood, como son Sean Penn, Benicio del Toro y Naomi Watts. La historia es muy dura, a veces demasiado y no hace concesiones sensibleras al espectador. Presenta situaciones tensas e intensas y gracias a las memorables interpretaciones todo eso se transmite por arte de magia de la pantalla al espectador.

Los tres personajes principales viven vidas paralelas sin ninguna conexión, pero esta se producirá por culpa de un triste accidente. Penn, a la espera de un corazón que le llega cuando ya no tiene esperanzas, Watts viuda y madre no precisamente ejemplar y Del Toro, un expresidiario buscando cambiar de vida forman las tres bases de una trama que desembocará de una forma imprevisible.

Dirige Alejandro González Iñárritu, un mexicano que nos sorprendió hace unos años con Amores Perros, una película que marca el mismo estilo que sigue aquí, de velocidad vertiginosa, movimientos de cámara frecuentes y fotografía sucia que aumenta la sensación de ahogo que transmite el film. Curiosamente al igual que en su anterior trabajo aquí comienza el relato con un accidente, de diferentes motivos y consecuencias pero que desencadena la trama. También los saltos temporales están presentes desconcertando a veces pero acentuando la confusión y obligando a prestar mucha más atención, lo que aumenta la identificación con los personajes.

Que este director ruede una película como esta, en territorio yanqui y con estrellas de relumbrón indica el momento glorioso que está atravesando el cine mexicano, del que Hollywood se aprovecha pero también premia. En esta ocasión con dos nominaciones, a Benicio del Toro y a Naomi Watts. Sean Penn al estar nominado por Mystic River se ha quedado sin esta. Alguna más podía haberse llevado, pero esto confirma que el espíritu mexicano sigue rondando por Hollywood, ya que esta película es estadounidense pero casi todo el equipo es de México, como lo ha estado en años precedentes gracias a Salma Hayek, Frida, Y tu mamá también, Cuarón o Guillermo del Toro.

En las películas románticas los enamorados se piden la luna. En 21 gramos los personajes son torturados y el director ha pesado el alma para entregársela.

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BUSCANDO A NEMO (Andrew Stanton, 2003)

La Disney ataca de nuevo, y otra vez con aventuras en el fondo del mar. En este caso nos cuenta la divertida historia de un pez payaso que es pescado en el océano y la fascinante aventura del padre que sale a buscarlo, encontrándose con peculiares personajes que le ayudarán en su ardua tarea. Una “road movie” acuática salida de la que parece última obra conjunta de Disney y Pixar que tan buenos resultados ha dado.

Es para niños, eso no puede negarse, pero todos llevamos un niño dentro y cualquier adulto que la vea se lo pasará genial, a no ser que sea un… bueno, a todo el mundo le ha de gustar.

No descubro nada nuevo si digo que la animación ha mejorado mucho desde aquel ratón Mickey de hace décadas. Eso está claro. Han mejorado los diseños, los personajes y la técnica. En este caso los movimientos están muy logrados. La recreación del fondo marino es muy buena y todos los personajes son graciosísimos. Destaca también el colorido de todos ellos. En la parte negativa los humanos que aparecen en contadas ocasiones, que te hacen salirte del mundo marino de ficción.

Las voces de los animales las hacen conocidos actores, en un auténtico trabajo de interpretación y están muy bien elegidos. En la versión original el propio director hacía una de las voces. Ha tenido cuatro nominaciones a los oscars: película de animación, banda sonora (aunque no tiene número musicales al estilo Disney), sonido y guión original, algo inusual en las películas de dibujos animados, pero merecido en este caso por que el guión es original, la verdad.

Es difícil quedarse con un personaje, pero a mí me ha gustado la tortuga surfera y el tiburón y las escenas en que aparece con sus colegas, que prefiero no desvelar, pero que son desternillantes.

Sólo se echa una cosa en falta. Algo típico de las películas de Disney y que en ocasiones ha sido de lo mejor de algunas de ellas. Me refiero al malo de la película. Los protagonistas andan de un sitio para otro, pero no hay malo que los persiga y les haga de las suyas. Es curioso, porque tampoco se echa en falta. Esta función la hace un poco el humano que pesca al pequeño Nemo, pero es un malo demasiado secundario y actúa de forma indirecta.

Entre las anécdotas decir que en Estados Unidos (y supongo que como siempre el resto del mundo les seguiría) la película puso de moda a los peces payaso y todos los niños querían tener uno en su pecera, con lo que las tiendas de mascotas hicieron su particular Agosto, como las de peluches y demás merchandising.

Durante los créditos finales siguen apareciendo imágenes, aunque ya no tienen que ver con la peli en sí. Supongo que lo harán para que la gente se quede a verlos. Para el que no lo haga ya le digo yo que es impresionante ver la cantidad de gente que trabaja para una película de animación. Parece que nunca van a acabar de salir letras, aunque justo, justo al final del todo hay una pequeña sorpresa que tiene algo que ver con la máxima ley del mar: el pez grande se come al pequeño, aunque los dibujos animados no son el mundo real y pasan cosas…

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CUANDO MENOS TE LO ESPERAS (Somethin’s gotta give - Nancy Meyers – 2003)

Hay varias formas de analizar esta película. Una es como una comedia romántica más, porque cumple con todos los tópicos: chico al que le gustan las chicas pero de las que nunca se enamora y de repente aparece una que se siente atraída por él e intenta retenerlo sin conseguirlo, al principio y todo ese rollo por el camino de malentendidos, triángulos amorosos, madres, padres, hijos, hijas, exmaridos, exmujeres, etc.

Pero sería injusto e inexacto tratar a esta película así. Es cierto que cumple con todo eso, pero desde un lugar diferente a las comedias románticas usuales. En primer lugar, los protagonistas: Jack Nicholson (cuyo personaje es la viva imagen de sí mismo) y Diane Keaton. Como ella misma se encargó de decir en el festival de Berlín entre los dos suman más de 120 años. Nicolson se echó las manos a la cabeza y no es para menos. En este tipo de películas para sumar esa edad suelen hacer falta al menos el doble de actores. Cierto es que a veces el hombre es algo más mayor, pero el caso de las mujeres no suele darse. Pobre Meg Ryan, ahora que parece apartarse de las comedias románticas resulta que podía haber seguido en ellas otros 20 años más por lo menos.

Del resto del reparto destacan los conocidos y grandes actores Keanu Reeves, que interpreta a un médico guaperas, inteligente, culto, simpático, agradable, comprensivo y bla bla bla, pero sin carisma en la historia. Lo siento. También está Frances McDormand en un papel más secundario hermana de la protagonista y que hace de su voz de la conciencia, o algo así. Amanda Peet (atractiva y espectacular) es el ligue de Nicholson e hija de Keaton. Creo que sólo está para figurar (puede permitírselo porque es guapísima) y se mete bastante en la historia porque es el hilo conductor de la trama, lo que une a los protagonistas, pero en realidad no es excesivamente importante más que para nivelar y conducir las cosas. Entre el reparto también aparece como exmarido de Keaton un actor llamado Michael Glaser. Puede que el nombre no les diga nada, hace tiempo que este hombre no se ponía delante de la cámara pero en los 70 fue el Starsky de la famosa serie Starsky y Hutch, de la que siempre se dice que se acabará convirtiendo en película y vista la poca imaginación de los guionistas he de decir que creo que así acabará siendo.

Otro hecho no muy común en las comedias románticas ni en los actores de cierta edad son los desnudos. Pues sí, aquí los hay. Frontal de Keaton y trasero de Nicholson. No son guarrindongos, ya sabemos como anda la censura por Estados Unidos y ambos están muy comedidos, pero haberlos los hay.

Como decía la película no aporta nada en cuanto al argumento que no hayamos visto ya. Yo la definiría como una mezcla de “Mejor… imposible” (donde estaba también Nicholson), “Tienes un email” (por parte del argumento) y “Cuando Harry encontró a Sally" (ligero parecido en el título y Harry se llama el personaje de Nicholson). También en algún momento me recordó a “El resplandor”, pues el protagonista sigue conservando ese rostro escalofriante aunque esté en una película de humor. Tiene un aspecto de obra teatral, con muchos interiores y decorados que se notan que lo son.

No sé si Nicholson y Keaton habían coincidido mucho anteriormente. Yo sólo recuerdo “Rojos”, la de Warren Beatty, por la que ambos fueron nominados al Oscar pero que ninguno se llevó. Por cierto, esta le ha valido una nueva nominación a Diane Keaton. Se la merece porque borda el papel de mujer madura (quizás sea más correcto decir menopáusica, haciendo referencia a un gag de la peli) emocionada como una quinceañera ante la idea de volver a salir con hombres.

Es recomendable para algo más que una tarde de lluvia. De hecho te puede dar una idea de las cosas que se hacen en una tarde de lluvia.

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LA JOVEN DE LA PERLA (GIRL WITH A PEARL EARRING – Peter Webber – 2003)

Pincha sobre el título para saber algo más de esta película.

También puedes seguir el enlace para saber algo más de su protagonista, Scarlett Johansson.

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LOST IN TRANSLATION (Sofia Coppola, 2003)

Pincha en el título para ver la crítica de esta estupenda película que fue mostrada en el Festival Actual de Logroño del 2004.

También puedes seguir el enlace para saber algo más de su protagonista, Scarlett Johansson.

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MASTER & COMMANDER. AL OTRO LADO DEL MUNDO (Peter Weir, 2003)

No apta para los que no sepan nadar, porque te hartas de agua. Hereda ese aire mítico de las clásicas películas de aventuras a bordo de fantásticos barcos capitaneados por intrépidos hombres para los que su verdadera patria era la mar y a la que daban y debían todo. Rusell Crowe ya ha demostrado ser perfecto para encarnar a este tipo de hombres totalmente entregados a una causa, sea cual sea y en el papel del capitán está muy creíble. Ya le hemos visto hacer casi de todo. Aquí además de capitanear el barco toca el violín.

La parte técnica, los decorados, fotografía, sonido y la ambientación son muy realistas y ves esos barcos repletos de detalles que te hacen meterte en la película y en la historia. También los personajes están dibujados de la forma que se espera de ellos, recreando a la perfección la vida en un barco con sus bondades y sus miserias.

Son increíbles las escenas de las batallas, entre barcos o con la propia naturaleza, con explosiones espectaculares, luchas encarnizadas, olas, vientos y todo tipo de inconvenientes, que harán las delicias de los amantes de este tipo de películas.

El director es Peter Weir un profesional que con esta película consiguió su cuarta nominación, todas ellas por películas importantes y que ya ha dado suficientes muestras de su maestría al timón de grandes producciones con tripulaciones estelares. Algunos de sus trabajos: El club de los poetas muertos, El show de Truman, Único testigo, La costa de los mosquitos, El año que vivimos peligrosamente y otras cuantas famosas y premiadas películas.

Por lo demás se cumplen con los asuntos marítimos clásicos de principios del siglo XIX. La acción comienza al mismo tiempo que comienza la película. Su presupuesto es monstruoso y detrás de esta producción están tres grandes estudios: Fox, Miramax y Universal.

La estrella del reparto es sin duda el australiano (como el director) Russell Crowe, pero podemos ver otros rostros conocidos y muy de moda como el de Billy Boyd al que me parece que ya siempre marcará su personaje del hobitt Pipin en “El Señor de los Anillos”. Eso sí, sobre el reparto hay que decir que es totalmente masculino.

Detrás de la historia hay un referente literario. En realidad más de uno, porque se basa en una serie de novelas del inglés Patrick O’Brian sobre un capitán y sus aventuras junto a un amigo médico. Hay quien quiere ver en esta megaproducción algo más que una película de aventuras. Yo no lo veo así y aunque está bien hecha (su dinero ha costado) no creo que vaya a pasar a la historia como un antes y un después.

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MYSTIC RIVER (Clint Eastwood, 2003)

Dirigida por Clint Eastwood que en esta ocasión no interviene como actor, cuenta una historia de dolor, de esas que te dejan mal cuerpo y esto quiere decir que está bien hecha. La vida de un hombre queda marcada por la pérdida de una hija de tan sólo 19 años. El policía que lleva el caso es un viejo amigo del barrio y ellos dos y otro amigo vivieron en el pasado un suceso amargo…

En el reparto encontramos actores de gran renombre: Lauren Fishburne, Kevin Bacon, Tim Robbins, Sean Penn… Los dos últimos están nominados al oscar como secundario y actor, respectivamente, al igual que el director con el que comparten además esa doble faceta de actores/directores. Entre las chicas Laura Linney y Marcia Gay Harden, también nominada como secundaria.

La maestría y la experiencia de Clint Eastwood detrás de la cámara han quedado patentes en los múltiples trabajos realizados a lo largo de las últimas décadas. Muchas de sus películas han cosechado excelentes premios y buenas críticas. En esta ocasión de nuevo nos presenta una historia contada con ese punto de realismo y de mala leche tan característico que nos hace ver en la pantalla un mundo tan real como el que nos encontramos al salir del cine. La ambientación en la América profunda tan del gusto de los americanos acentúa más esta sensación.

Pero aparte de todo lo que rodea a la película, lo que realmente la sustenta son las interpretaciones y los diálogos que recrean la historia. Sean Penn está soberbio dentro de un personaje al que vemos atormentado por momentos y rabioso en otros ante la incomprensión de lo que está sucediendo a su alrededor y que da la sensación de que puede hacer cualquier cosa. Como contrapunto a la crudeza de ese personaje están los dos policías, dos tipos metódicos y serios que investigan el caso sistemáticamente y con rectitud, poniendo la gota de racionalidad, la típica pareja de poli bueno / poli malo. Sin embargo Laura Linney vuelve a interpretar un papel de florero, como otros de su carrera. No hace nada, no interviene en la historia y es prescindible (de hecho prescinden de ella en la mayor parte). Da la impresión de ser uno de esos personajes víctima de los recortes en el montaje.

También me gustó la interpretación de Tim Robbins, que hace de un tipo extraño. Es el amigo de Penn y Bacon que sufrió un duro golpe de niño. Tiene durante toda la película un aspecto sospechoso y de poca confianza. Este actor puede interpretar personajes carismáticos que te den confianza o tipos que te den repelús y te pongan nervioso, como en este caso.

El ambiente es sobrecargante, da la impresión de que llevas encima la misma carga que el protagonista y se echa de menos una banda sonora que acentúe un poco más todas esas sensaciones. El propio Eastwood ha realizado bandas sonoras en algunas de sus películas y así lo hace de nuevo en esta ocasión pero con una composición muy sutil más como acompañamiento que como parte activa de la película.

Para acabar decir que no le veo la importancia al río que da título a la película. Tal vez sea mejor un título que no te destripe el argumento y no tenga mucho que ver con la historia. También me parece que el “epílogo” final sobra, debería acabar antes, en el punto indicado (no diré cual para no destripar nada, pero se ve claramente). Si acabara ahí, con el montaje según está la película quedaría mucho más redonda. Por eso pierde mucho.

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SEABISCUIT. MÁS ALLÁ DE LA LEYENDA (Gary Ross, 2003)

Los Estados Unidos forman parte de lo que se llamó el nuevo mundo, denominación dada como contraste con el viejo continente, Europa. Colón descubrió América en 1492 y es por tanto a partir de esa fecha cuando el nuevo mundo empieza a tener historia. Sí, es cierto, antes del descubrimiento ya había habitantes allí. En Estados Unidos en concreto los conocidos como indios americanos, pero fueron exterminados sin piedad y expulsados de sus tierras. Al ser su historia de tradición oral principalmente se perdieron muchas cosas durante los siglos de luchas y matanzas.

¿Y todo esto para qué? ¿Qué tiene que ver con la película? Pues nada y mucho. El hecho de no tener una historia que involucre a los actuales habitantes ha hecho que en este país hayan ido creciendo mitos con mucha más fuerza que en Europa y precisamente uno de esos mitos fue a principios del XIX el caballo conocido como Seabiscuit, del que trata esta película.

Es la historia de un caballo que no tenía cualidades para competir, un jockey con taras físicas, un rico que no tiene ni idea de caballos y un entrenador acabado y todos ellos inmersos en la Gran Depresión de la década de los 30’s.

Estos tres protagonistas son Tobey Maguire, un magnífico actor que actualmente está de moda con la comercial Spider-Man, entre cuyas dos partes ha rodado esta, pero que también ha hecho brillantes actuaciones como en Las normas de la casa de la sidra, que interpreta al jockey apodado red, por lo que aparece teñido de pelirrojo, que no le queda muy bien. Jeff Bridges es el adinerado mecenas que se encarga de poner el dinero para conseguir hacer un buen caballo de Seabiscuit. Es un papel sin demasiados matices para el lucimiento personal. Chris Cooper es el entrenador, un hombre mayor que no vive sus mejores momentos pero que gracias a la tenacidad conseguirá resultados.

Dirige, coproduce y ha escrito el guión Gray Ross, que debutó con Pleasentville como director aunque ya era un reputado guionista. La película le ha quedado un poco larga y muy al estilo del sueño americano. Está bien la recreación de esa época pasada, algo que ya hizo en Pleasentville donde por cierto ya contó con Tobey Maguire.

Está basada en una novela que fue éxito de ventas en Estados Unidos y que contaba la historia real de esta especie de milagro en el que nadie creía pero que fue real. En su época hizo correr ríos de tinta e incluso hay una anécdota graciosa al respecto: en una escena de Chinatown se puede ver a Jack Nicholson leyendo un periódico de la época cuya portada la ocupa precisamente Seabiscuit.

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EL SEÑOR DE LOS ANILLOS 3. EL RETORNO DEL REY (Peter Jackson, 2003)

Tercera entrega de la saga de J. R. R. Tolkien, aunque puede que no la última pues si algo hay que sobren de este autor no son sólo historias y mundos creados, sino admiradores y continuadores de su obra y parece que lo siguiente en rodarse puede ser “El Hobbit”, novela precursora y causante de la trilogía.

Quizás la más espectacular de las tres, porque además llegamos a la conclusión de la historia. Sigue habiendo cruentas y multitudinarias batallas, extrañas criaturas, la eterna lucha entre el bien y el mal y todos los personajes que arrastramos de las otras dos y que se van acercando a la conclusión de su aventura.

Esta no va a ser menos que sus dos predecesoras y tiene igualmente millonarias recaudaciones en todo el mundo. Una historia que comenzó en el sigo pasado y continua en este demostrando que la tecnología no está reñida con la tradición. Se emplean las últimas técnicas en generar criaturas y escenarios clásicos, espectaculares y que marcarán un antes y un después en la historia del cine.

Aparte de las criaturas de las otras dos películas aquí vemos a una nueva que no tiene mucho tiempo de lucimiento, que es Ella-Laraña, una gigantesca araña que le pone las cosas más difíciles a los pequeños Frodo y Sam.

Para entender bien estas películas y disfrutar mucho más de ellas es muy recomendable haberse leído antes la novela, así no nos quedaremos en los efectos especiales y las espectaculares imágenes y podremos entender un poco mejor la historia de la Comunidad del Anillo y la Tierra Media. En las películas se cortan muchas partes de la novela, pese a ser tan largas. Parte de esto se enmienda en las ediciones especiales en DVD.

En esta tercera película donde más se nota el corte es en el epílogo final, donde la mayor parte de las cosas que suceden no se cuentan. Pese a todo después de aguantar 3 horas seguidas de película esa parte final se hace larga.

Me gustaría hacer un análisis mayor de esta película, pero creo que eso es mejor dejárselo a los verdaderos aficionados al mundo de Tolkien, que son legión y tendrán las ideas mucho más claras.

Hay que hacer una revisión de estas líneas en estos momentos, depués de la entrega de los Oscars. El Señor de los Anillos ha arrasado consiguiendo 11 premios (empatando el record) de 11 nominaciones, lo nunca visto. Todo lo hacía preveer y no hubo sorpresas, como en otras ocasiones. Se lo llevó todo. Para más información ver el resumen de la entrega de premios de esta edición.

Ver crítica del libro.

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THIRTEEN (Catherine Hardwicke, 2003)

Esta película fue una de las proyectadas en el Maratón de Cine del Festival Actual 2004. Pincha en el título para ver la crítica de la misma.

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EL ÚLTIMO SAMURAI (Edward Zwick, 2003)

Lo primero que se nota en esta película es que está hecha para lucimiento personal de Tom Cruise. Está en todas las secuencias, no hay 3 segundos seguidos de metraje sin que aparezca.

Parece que con esta película quería conseguir al fin el oscar. No es que sea la mejor interpretación de su carrera, aunque no está mal y con el dinero y la publicidad que le han dado a la película seguro que logra una nominación, pero está muy lejos de merecer el premio. (Nota del autor: ni Oscar ni nominación.)

Por cierto, que el look de Tom Cruise es descaradamente parecido al Aragorn de Viggo Mortensen en El Señor de los Anillos. Y no creo que sea casualidad. Más paralelismos: creo que está rodada también en Nueva Zelanda. Así que por mucho que digan que se inspira en Los Siete Samurais, hay parecidos que saltan más a la vista.

Cosas positivas: lo cierto es que está muy bien hecha, muy bien rodada, con una gran fotografía y una historia bien desarrollada. Tiene muchas peleas, con muchos extras y acción y la sangre justa, lo que es de agradecer viendo como muchas películas se recrean en aspectos un tanto gores. También es destacable la ambientación, en el último cuarto del siglo XIX. Algún historiador o algún tikismikis le sacará defectos, pero está bien conseguido en ese aspecto.

En la parte negativa: la chirriante voz del emperador japonés es insoportable. Menos mal que habla poco. Se hace un poco larga, aunque no aburrida, ya que dura dos horas y media. Lo peor de todo es que sea tan predecible. Nada del argumento te sorprende. Va por donde parece que va a ir, lo que no es tan malo al estar bien hecha, pero se echa en falta algo de sorpresa o novedad. Es muy típica en todos los aspectos: la lucha, la amistad, la chica, el niño, el viejo enemigo. Tiene todos los tópicos. Tampoco me gustan los flashback de la vida de Cruise, que para mí sobran. Si no lo saben explicar, que no lo expliquen.

En general me parece que la película es un producto comercial hecho para sacar dinero pero con un poco de calidad, la justa para que cumpla con la millonaria recaudación. Cruise es experto en estas cosas, aunque también las salpica con cosas más arriesgadas o independientes. A mí me parece un buen actor. A ver si un año de estos consigue el oscar de una vez.

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