NOCHE, MUJERES, CHIBIRICHA, ALCOHOL Y LLUVIA

Por la noche, después de cenar salimos por ahí, nos vimos a las muchachas y nos las llevamos a la taberna del cachi a jugar unos kinitos y a ver si las emborrachabamos. En un principio daba la impresión de que solo venian con nosotros para beber gratis, pero cuando pusimos bote ellas lo hicieron también y ahí nos dimos cuenta de que querian algo más. Aunque una de ellas confundia un poco pues no hacia más que hablar de lo buena que estaba una amiga suya que se había vuelto a su casa el dia anterior. ¿Le iría el "rollo bollo"?

Los cachis fueron cayendo a lo largo y ancho de la noche y de nuestras gargantas y finalmente las chicas eligieron a 2 del grupo y desaparecieron con ellos mientras el resto se iba al camping. Al final parece que las chicas ya habian tenido bastante con la noche y no la alargaron demasiado más, con lo que los 2 aventureros regresaron con la boca seca y el culo frio. Pero la cosa podia ser peor. Podia llover. Y lo hizo. Una de las tiendas, un poco más cutre que las otras 2, no estaba equipada para la lluvia por lo que los 2 ocupantes se tuvieron que repartir uno en cada una de las tiendas. Para chasco después de que las chavalas no quisieran pillar cacho llegar a la tienda y encontrarte a un maromo en tu sitio. La vida es dura y aquella noche hacia preveer unas vacaciones nefastas.

Pero no fue asi, ya que al dia siguiente el tiempo mejoró y de nuevo pudimos disfrutar de la playa tumbados sin hacer nada, nadando y paseando. Siempre se quedaba el mismo cuidando las toallas (voluntariamente) mientras leia así que nos moviamos sin problemas por la playa porque el libro era la Historia Interminable.

Para ese dia ya teniamos elegidos los mejores bares y entre nosotros y otro grupo de nuestro camping que también eran de Logroño eramos los que animabamos la fiesta. El jefe era uno de nosotros. Para no revelar su identidad le llamaré con un nombre absurdo, por ejemplo, Choche. Pues este tal Choche se sabia un baile llamado Chibirichá que hizo furor aquel verano en Laredo. Lo bailabamos en la calle, en la playa, en el camping, en los bares (nos quitaban la música para poder hacerlo mejor)... Choche siempre actuaba de director de la coreografia y el resto de nosotros lo seguiamos. Se iban apuntando toda la gente que nos rodeaba y siempre acababamos haciendo unos Chibirichás multitudinarios. Lástima que este baile haya caido en desuso ultimamente.

Otras gentes que conocimos:

Comentario: CHIBIRICHÁ
Baile tradicional del sur de los Pirineos cuyo auge se alcanza cuando se realiza con una chispa considerable.
Solo unos pocos pueden dirigirlo adecuadamente para llevar a los danzantes hacia el éxtasis que produce acabarlo con corrección.
Sus origenes no están demasiado claros y ha sufrido varias mutaciones a lo largo de su historia, como los virus. La transcripción de su letra más antigua se encontró en la bodega de un bareto de viejos de la calle Laurel de Logroño y data de finales del siglo pasado. Las manchas de calimocho y otros licores hacen que no sea muy legible y algunos expertos en Chibirichá no la aceptan como legítima, dando este honor a otra encontrada en un bar cercano y de fecha similar. La polémica sigue abierta.
Se sabe que crea una fuerte adicción que necesita tratamiento médico y aunque no se conocen efectos secundarios demasiado nocivos para la salud no se recomienda bailarlo mientras se conduce ni mientras se estén realizando actividades peligrosas. Administrar en dosis no superiores a 5 por noche, con un descanso mínimo de 30 minutos entre toma y toma.

Volver al principio

Capítulo siguiente